El campo de estudio es la intersección entre género, familia y religión. Particularmente se enfoca en las relaciones de poder dentro de los espacios cristiano-evangélicos, enfatizando las relaciones familiares con perspectiva de género y profundizando las discusiones en torno a la violencia religiosa de género. En la actualidad está trabajando en un estudio diagnóstico sobre el abordaje que los profesionales de atención primaria de salud hacen de la cuestión religiosa, especialmente en el abordaje de situaciones de violencia de género.